Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
La mágica historia de una niña de Guatemala a la que le encantaba cocinar tortitas de maíz y contar estrellas cada noche.Juanita vivía en Santa Catarina Pal Seguir leyendo
info
La mágica historia de una niña de Guatemala a la que le encantaba cocinar tortitas de maíz y contar estrellas cada noche.Juanita vivía en Santa Catarina Palopó, un pueblito encantador junto a un hermoso lago, rodeado por tres enormes volcanes. Para ella era el mejor lugar del mundo donde vivía la gente más buena. Las mujeres ayudaban a sus familias tejiendo huipiles de seda, lana e hilo de algodón, mientras los hombres trabajaban la tierra. Juliana quería ser de ayuda, y por eso siempre cocinaba para su familia su plato favorito: las tortillas de maíz. Por la noche, cuando el sol se marchaba para dejar camino a la luna, Juliana corría escaleras arriba hacia el ático para su rutina nocturna: contar estrellas. El cielo estaba tan despejado que casi podía tocarlo.Pero un día, la mamá de Juanita se puso muy enferma y no podía trabajar en su telar. Juanita quería ayudar pero no sabía cómo. Al parecer, el cielo la había estado escuchando todo el tiempo y tenía una gran sorpresa preparada para ella
Bienvenidos a nuestra nueva sección de noticias. ¡Hola, Piccolinos! Este es nuestro portal de noticias. Os iremos contando novedades, recomendaciones… Continuar leyendo ¡Noticias Piccolo!